BOMBAY.... ES UN PARAISO....

Ya estoy en la gran Bombay!!!!

Pues si.... despues de 16 horas de machaque para mis rinyones en bus nocturno, llegue a Bombay. Le tenia miedo, lo reconozco, es inmensa, con un trafico imposible, cosmopolita, calurosa... pero parece que le he ganado el pulso.

El bus aun no se donde me dejo a las seis de la manyana. Pero desde entonces todo me ha ido saliendo rodado. Un chico se ofrecio a acompanyarme a la estacion de tren mas cercana, y me dejo en la cola. En la ventanilla de billetes de tren dije que queria ir a Colaba (que es la zona del sur de la gran ciudad donde me queria alojar) y el taquillero me vendio un billete por 6 rupias a una estacion que yo entendi que se llamaba "Vitti". En el tren me equivoque y no entre en el vagon de mujeres, pero los hombres me aseguraron que debia bajar en la ultima parada. Al bajar y ver el edificio reconoci que estaba en la famosa Estacion Victoria. Volvi a preguntar y un encantador policia me indico que el bus numero 2 me llevaba a Colaba por 5 rupias, lo pille y por casualidades del azar, fui a parar a un hotel frente al mar en la misma calle que el famoso Taj Mahal Hotel.

Desde la entrada puedo ver la Puerta de la India, y justo en la calle de detras esta el mercadillo callejero de Colaba, que cada tarde se llena de cientos de puestecitos donde puedes encontrar casi de todo, aunque hay que rebuscar mucho para encontrar algo que realmente valga la pena. Un poco mas al sur esta el muelle Sassoon, principal puerto de pesca de la ciudad, con trasiego a todas horas y con un penetrante olor a salitre y pescado que te impregna toda la ropa. Y todavia mas al sur, aunque se puede ir dando un paseo, esta la zona militar. Es un area de grandes avenidas, con jardines y cuarteles fuertemente custodiada, y que contrasta con las chabolas y los montones de gentes que malviven amontonados a escasos metros de esa zona tan opulenta. Es realmente brutal el contraste que hay entre una parte y la otra de la calle e imposible entender como conviven dos realidades tan distantes en tan poco espacio.

Si voy para el norte entro en la zona mas majestuosa, con emblematicos edificios coloniales, victorianos, goticos y art deco, casi ocultos por altisimas palmeras y enegrecidos por la polucion que cubre la ciudad.

Ayer, 26 de noviembre se cumplio el tercer aniversario del atentado contra el metro y el Hotel Taj Mahal, y por toda la ciudad se hicieron homenajes a las victimas del terrorismo. La seguridad era extrema, blindados por las calles, policias con metralletas y continuos controles de seguridad. En el hotel me advirtieron de que no saliera sin el pasaporte, porque estabamos en zona de alerta maxima.

Sali de buena manyana a la otra punta de la ciudad. Parando en la Playa de Chowpatty, que si... tiene arena y agua, pero el agua no es apta para el banyo. La siguiente parada fue la Mezquita Haji Ali, que esta en medio del mar y se llega por una especie de caminito de hormigon que cuando sube la marea, desaparece. Y la tercera parada era el Templo hindu de Mahalaxmi, que en el mapa esta al lado de la mezquita; pero no se lo que hice que me meti en un barrio de chabolas, con ninyos por todas partes, calles enfangadas, un olor insoportable, cucarachas gigantes corriendo por mis pies, y eso si... gente amable, buena y generosa. Llego un momento en que estaba desesperada y queria salir de alli como fuera. No tenia miedo, pero estaba agobiada de caminar y no llegar a ningun sitio. Estaba perdida, y era incapaz de orientarme y deshacer el camino. Hasta que dos ninyos se acercaron y me dijeron que ellos podian indicarme por donde ir al Templo, aunque estaba lejos, y me ofrecieron parar en su casa que nos venia de camino. Se empenyaron en ensenyarme su chabola, en presentarme a su madre y todas las vecinas fueron acercandose, y asi entre risas y casi en procesion me acompanyaron hasta la salida de su "poblado", alli me senyalaron por donde debia seguir y se despidieron agitando sus manos. Con sus indicaciones consegui llegar al Templo de la diosa de la Riqueza sin ningun problema.

A la vuelta, me regale una cervecita rodeada de todo lujo en el Hotel Taj Mahal.