Despues de pasearme con el titulo de "la espanyola" por el Festival de Cine de Thrissur de la mano de mi amigo Ravi, que lleva treinta anyos intentando rodar una pelicula que va a ser un bombazo, pille un bus para Calicut. Otra vez volvi a salir a la costa.
Calicut es una ciudad mediana, bastante facil y sin ningun atractivo destacable a excepcion de la playa, que es de las que van los locales de mayoria musulmana, con lo que el bikini queda olvidado; y un centro comercial (el primero que veo), que viene muy bien para estar refrigerada en las horas de mas calor.
Pasado el dia, la siguiente parada era Kannur, aqui pensaba pasar una noche, pero no lo logre. Llegaba cansada de tres horas en bus, y queria encontrar un hueco donde poder darme una ducha y volver a ser persona, pero me fue imposible encontrar un lugar minimamente decente. Seguro que los hay, pero no tropece con ninguno. Sucia, con la mochila a la espalda, cansada y bastante desesperada, Kannur me parecio horrible y desorganizado, asi que sali huyendo de alli, pille el primer tren, y mas agotada todavia tras otras tres horas de viaje, llegue a Mangalore, acompanayada por un escoces que me guio a un hotel bien situado, limpio y barato.
Me senti triste al despedirme de aquella manera de uno de los estados mas verdes, ricos y salvajes de la India. Los trayectos en bus han sido un goce para mis sentidos por los paisajes de manglares, plantaciones de especias, arrozales, playas de arena blanca, acantilados... pero algunas ciudades, aunque mas acostumbradas al turismo y con un punto mas moderno, no han sabido crecer a la altura de ese entorno tan exageradamente bello.
Ahora estoy en Mangalore, he vuelto al estado de Karnataka, pero ahora por la costa. Es una ciudad de tamanyo mediano, endiabladamente dificil para orientarse y construida sobre colinas. Me he sentido parte del mundo en el Templo Kadri; sola, porque era la unica visitante y un seguridad iba encendiendo y apagando ventiladores y luces a mi paso, en el Museo Estatal; maravillada viendo las pinturas de la Capilla de San Aloisio y frustrada por no haber sabido llegar al Fuerte Tipu Sahib.
Calicut es una ciudad mediana, bastante facil y sin ningun atractivo destacable a excepcion de la playa, que es de las que van los locales de mayoria musulmana, con lo que el bikini queda olvidado; y un centro comercial (el primero que veo), que viene muy bien para estar refrigerada en las horas de mas calor.
Pasado el dia, la siguiente parada era Kannur, aqui pensaba pasar una noche, pero no lo logre. Llegaba cansada de tres horas en bus, y queria encontrar un hueco donde poder darme una ducha y volver a ser persona, pero me fue imposible encontrar un lugar minimamente decente. Seguro que los hay, pero no tropece con ninguno. Sucia, con la mochila a la espalda, cansada y bastante desesperada, Kannur me parecio horrible y desorganizado, asi que sali huyendo de alli, pille el primer tren, y mas agotada todavia tras otras tres horas de viaje, llegue a Mangalore, acompanayada por un escoces que me guio a un hotel bien situado, limpio y barato.
Me senti triste al despedirme de aquella manera de uno de los estados mas verdes, ricos y salvajes de la India. Los trayectos en bus han sido un goce para mis sentidos por los paisajes de manglares, plantaciones de especias, arrozales, playas de arena blanca, acantilados... pero algunas ciudades, aunque mas acostumbradas al turismo y con un punto mas moderno, no han sabido crecer a la altura de ese entorno tan exageradamente bello.
Ahora estoy en Mangalore, he vuelto al estado de Karnataka, pero ahora por la costa. Es una ciudad de tamanyo mediano, endiabladamente dificil para orientarse y construida sobre colinas. Me he sentido parte del mundo en el Templo Kadri; sola, porque era la unica visitante y un seguridad iba encendiendo y apagando ventiladores y luces a mi paso, en el Museo Estatal; maravillada viendo las pinturas de la Capilla de San Aloisio y frustrada por no haber sabido llegar al Fuerte Tipu Sahib.
1 comentario:
Después de verete en esta foto creo que te hemos perdido que ya no volverás, que te quedarás allí, eres la imagen de la paz y la felicidad en persona...para mí una gran pèrdida, sobre todo teniendo en cuenta que pensaba montar contigo una empresa de Bus y de TukTuk made in Alacant...jjj
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