VARKALEANDO....

No se me borra de la cabeza lo bestial que es el templo de Rameswaram. Es como una ciudad, con tres corredores repletos de gentes que manifiestan su fervor religioso por todos los rincones y con su punto algido en las pozas, donde los hindus van pasando para ser purficados con tres cubos de agua que los banyan de la cabeza a los pies. Contrate un guia para que me explicara la simbologia de todo aquello, y me pase toda la tarde alli dentro "observando" todo lo que ocurria a mi alrededor.

A las siete pille el bus que, continuando con lugares sagrados del sur, me llevaria a Kanyakumari, el punto mas al sur del continente Indio, y lugar dedicado exclusivamente al turismo nacional indio, porque occidentales eramos muy poquitos. A las cuatro de la manyana el bus me dejo en la calle principal del pueblo, en una tienda que abre las 24 horas y alli me quede esperando que amaneciera muerta de frio y oyendo los ronquidos de la gente que dormia en el suelo dentro de la tienda. A partir de las cinco y media de la manyana la calle era un desfile continuo de gente que se dirigia hacia el templo que hay a la orilla del mar para ver amanecer. Ese es el atractivo del lugar, ver la salida del sol desde el templo situado mas al sur de la India, y eso es lo que hace de Kanyakumari un lugar sagrado y de peregrinacion. El pueblo no tiene mas, es bastante insulso y muy indio. Dedicado por entero a la pesca y al turismo, donde hay miles de tenderetes que ofrecen todo tipo de recuerdos marineros; y cuyo mayor atractivo durante el dia es coger un ferry, que tras un agradable trayecto de pocos minutos te lleva a las dos islas que hay frente al poblado, y que estan dedicadas al monje errante Vivekananda.

El lugar que encontre para dormir era barato, no estaba muy limpio, estaba en un tercer piso, pero estaba en el meollo y tenia un balconcito para mi sola que daba al oceano y desde el que podia ver amanecer. Alli pensaba quedarme dos dias... pero con lo que no contaba es que las ventanas no tenian cristales, aunque tampoco hacia falta, porque fue agradable "intentar" dormir con la brisa del oceano y sin el molesto ronroneo del ventilador... Y digo "intentar" porque a partir de las cuatro de la manyana la calle se lleno de gente gritando, de musica, de coches, de pitidos... fue imposible dormir!! Vi amanecer desde mi balconcito, cogi mi mochila, y ayer llegue a otra India, una India mucho mas amable....

En este edificio tan peculiar/feo se guardan las cenizas de Gandhi que se rescataron tras la cremacion y que fueron tiradas al Ganges.





















Estoy en Varkala. En la cabanyita mas limpia de toda la India, en un espectacular acantilado de roca rojiza a 50 metros de unas escaleritas que bajan a una playa de arena blanca de un kilometro de largo. Desde el balconcito puedo ver el oceano, que tiene una fuerza terrible y con unas corrientes que hacen que las olas choquen entre ellas. Si esto no es el paraiso, tiene que parecerse mucho....